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 Seminario de César Febles 
Sensei en Valdemoro 

Sábado, 4 de noviembre de 2022

de 10:30 a 13:30

en el Polideportivo Municipal 

JUAN ANTONIO SAMARANCH,

Paseo del Prado 26, en Valdemoro (Madrid)

Curso preparatorio para próximos exámenes y entrega de grados Dan AIKIKAI.

AFORO LIMITADO

Y no olvides traer Boken, Jo y tu seguro deportivo en vigor.

 

Acerca del Sensei

César Febles González nace en la isla del Hierro a finales de los ´60. Crece en el seno de una familia sencilla dedicada al cultivo de la vid, desde niño aprendió los valores ligados a la tierra y a la tradición, la constancia, el respeto a cuanto los rodeaba inculcado por su padre. Su espíritu curioso lo hace interesarse desde niño por la práctica del palo canario; su historia y su técnica, además esa curiosidad  lo lleva a aprovechar las visitas que su madre hace a una amiga  para hojear revistas y libros sobre meditación y prácticas orientales de desarrollo personal a través del autoconocimiento y el autocontrol. A principios de los ´80 sus padres deciden trasladar su residencia a Tenerife en aras de un mejor futuro para sus hijos ligado a los estudios universitarios. César Sensei inicia sus estudios de Ciencias Económicas en la Universidad de La Laguna. La asignación económica de sus padres para los gastos académicos de tipo extraordinario los usa para recibir clases de Judo, Boxeo, Palo Canario, Wing  Chun, aprovecha cada seminario impartido en el archipiélago canario para recibir formación de cualquier arte marcial y cualquier maestro que saciara ese espíritu hambriento de marcialidad. Con tan sólo 20 años y desoyendo las voces de obligación y deber, se marcha durante un año, como interno, a un monasterio budista, al volver, comienza a practicar Aikido con  Gordon Brown, maestro de Aikido de origen inglés, en Tenerife, desde ese momento comenzó a viajar por toda Europa asistiendo a cada seminario que se podía permitir, un cuaderno, cualquier papel a mano servían para anotar cada diagonal, cada giro, hasta el más mínimo detalle quedaba recogido para después ser analizado, todo debía quedar anotado, el viaje había costado demasiado, no podía permitirse dejarse atrás algo, el coste no era sólo económico,  la incomprensión familiar pesaba : - ¿qué está haciendo este muchacho con su vida?, -  seguramente muchos de los lectores se identifiquen con esto:


- ¿para qué sirve eso qué haces?
-“ No me planteo para qué sirve, sencillamente me entusiasma, con todo lo que conlleva esa palabra, entusiasmo etimológicamente significa sentir a Dios dentro, sentirte pleno, consciente y presente. Es sólo eso, Aikido”.

Sólo eso, Aikido, es lo que ha hecho que César Febles Sensei, no haya cesado en su estudio y práctica del Aikido ni un solo día desde hace más de 35 años, a excepción de casi un año que la operación de un tumor cerebral lo mantuvo paralizado en una cama de hospital, aún y así reconoce que ni uno solo de esos días, dejó de practicar en su mente y que está seguro de que fue eso lo que lo sacó de aquella cama, lo hizo volver a hablar y caminar para llegar otra vez hasta su hábitat natural; el dojo.

Han sido muchos  los maestros y diversos los lugares donde ha ido formándose e integrando a su Aikido el aprendizaje necesario para construir un trabajo único y personal, porque sólo aquello que nace de ti puede ser transmitido, y probablemente una de las cosas que más se valoran de su enseñanza es lo que transmite, no es un aprendizaje cuantitativo sino cualitativo. Su formación como docente lo dota de una metodología idónea para el practicante occidental, no traduce el idioma, traduce la esencia de lo que los maestros japoneses han querido enseñar tras su contacto con O´Sensei.  De todas las cualidades como maestro de Aikido, de él destacaría su constancia y eficacia, la coherencia como docente, jamás afirmará algo que antes no haya probado mínimo mil veces, después de más de 35 años de recibir e impartir cursos por distintos puntos de la geografía europea, cuando viaja a Japón entrena siete horas diarias y sigue tomando anotaciones en cuanto sale de cada sesión, el tiempo ha pasado, los maestros han pasado, pero sigue quedando  aquel muchacho que tuvo claro qué  quería hacer de su vida.  Sencillez en la explicación, eficacia en la técnica, humanidad y entusiasmo como eterno aprendiz de Aikido, cercanía… eso será lo que encuentres en sus seminarios, todo eso y una vida de sacrificio y esfuerzo hacen que hoy su nombre vaya acompañado del grado de 7º Dan por la RFEJYDA, y el de 6º Dan  por Hombu Dojo (Aikikai de Tokio), además del reconocimiento y autorización del mismo para realizar exámenes Aikikai.

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